domingo, 7 de octubre de 2012

El gran motivo.



 HOLA! HACE MUCHO TIEMPO QUE PASABA A DEJARLES UNA HISTORIA, ESTA ES DE HACE UNOS DIAS ATRAS, ESPERO LES GUSTE. CARIÑOS PARA TODOS.

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Aunque trataba de oscurecer lo más que se podía su dormitorio, el primer rayo de sol se las arreglaba siempre para demostrar que ya estaba allí, entre  las cortinas. Entonces  una vez abiertos sus ojos era casi imposible volver a conciliar el sueño, no le servia de mucho respirar profundo, pensar cosas positivas o imaginar como tantas veces historias que le encantaría vivir. Agustina debía  comenzar su día. Con pocas ganas se bajaba de la cama, miraba su closet y trataba de elegir lo que mejor le acomodara, independiente si le quedaba o no, le era cómodo y eso era lo que primaba en su día a día.
Trataba de comenzar su día de la mejor manera, pero las energías no eran suficiente y es que no había motivo alguno según ella, para tener tantas energías, ¿vivir por vivir? Eso no funcionaba con ella. No era un gran motivo el que podía respirar a diario.
El sonido del teléfono interrumpió esos pensamientos que tenia siempre, antes de empezar el día y era Carlos, su compañero de tesis, recordándole en que lugar se verían el martes, para terminar de afinar ciertos detalles antes de presentar el proyecto para las primeras revisiones

 -       “ Si… ¿dime Carlos?”  respondió con un tono de indiferencia, como lo hacia siempre.
-       “ llamo para recordarte lo del martes”
  Y se produjo un silencio incomodo. Entonces el volvió a insistir…
- “ ¿estas allí?”
Por suerte Carlos no veía las muecas que Agustina le hacia por el teléfono, de desagrado total.
-       Si Carlos, se perfectamente en donde te veré el martes, ¿algo mas?...
Carlos tenia mucha paciencia con ella, sabia cuales eran los pensamientos que pasaban por la cabeza de su compañera de tesis, pero esta vez entre el colapso de la tesis y el mal humor de Agustina, esa paciencia esta llegando a un limite. Carlos solo contesto con un tajante “Esta perfecto entonces, nos vemos el martes.”

Después de contestar el teléfono, Agustina hizo lo de todas las mañanas, comió algo rápido y lentamente se fue a la universidad. No importaba si llegaba a la hora o no, siempre pensaban “Ellos deben agradecer que asista”. Sabia que ese pensamiento era un poco egocéntrico de su parte, tal vez era la única demostración de ego que tenia.

Llego a clases, atrasada, se sentó en el mismo puesto durante estos cuatro años, ese que quedaba cerca de la puerta trasera, penúltima fila. Y comenzó a tomar apuntes de algo que ella no tenia mucha claridad y era una situación irónica, estaba cursando cuarto ano de pedagogía en filosofía y aun no tenia claridad como funcionaba su existencia, de hecho su gran interrogante era el porque de ella. De pronto uno de los docentes, quien realizaba las mayorías de las exposiciones en las clases, interrumpió los pensamientos de Agustina, señalándole que esperaba ansioso ver como ella defendía su tesis, es que le era casi increíble el hecho de que una persona con sus pocas ganas, lograra salir de la carrera. Surgieron un par de risas de entre sus compañeros, frente a la provocación un tanto motivadora del docente. Ella y su sonrisa irónica respondieron sin emitir palabra alguna.

Ya iba mas de la mitad del día y se acercaba la hora en que Agustina podía ser “libre” como ella misma describía la hora de dormir. Esa instancia se había transformado en una especie de rito para ella. Cerró los ojos y al abrirlos ya era martes. Carlos comenzó a llamar desde temprano, el humor de Agustina no era mejor que el de los días anteriores. Tuvo que levantarse, antes de que su compañero de tesis siguiera insistiendo por teléfono. La mama de Agustina por otro lado la esperaba en el auto para encaminarla al lugar donde se encontraría con Carlos.
Salio de su habitación, tomo el almuerzo que esperaba por ella en la mesa  y subió al auto. Como en otras ocasiones, su madre llevo toda la conversación tenia un par de inquietudes múltiples, las mismas que su docente tenia :¿Como era posible que su hija no teniendo ni siquiera un mínimo de motivación terminara una carrera que requería tanto espíritu? Era lo que a diario le daba vueltas en la cabeza. Una vez que termino una de las canciones que Agustina siempre cantaba cuando sonaba en la radio, su madre se “armo de valor” y le hizo esa pregunta que no sabia como formular, hasta ese momento. Estaciono el auto, apago la radio y giro hacia su hija, Agustina sabia lo que venia y se le hacia muy extraño que su madre hubiera dejado pasar tanto tiempo para preguntarle.

-       Hija, ¿Qué es lo que le falta a tu vida, para que tengas mas emoción?

Agustina por primera vez no supo que responder, ella era de esas personas que para todo tenia una respuesta y cuando no la tenia o cuando no quería ser hiriente o insolente - porque podría no tener motivación en la vida, pero jamás faltar el respeto a alguien- era su irónica sonrisa la que respondía, pero frente a esa pregunta que su mamá necesitaba obtener respuesta. Agustina no tuvo otra opción que decir la verdad:

-No lo sé madre, nunca lo he pensado, tratare de averiguarlo.

Esa era la otra escusa que siempre tenia, cuando no sabia que contestar, decir que lo averiguaría… Su madre volvió a poner en marcha el vehiculo, la música comenzó a sonar nuevamente. De la cabeza de Agustina no salía la pregunta de su madre. Opto por empezar a buscar la verdadera respuesta, algo que le dejara la satisfacción tanto a ella como a su madre.

Se despido y se bajo en el café donde se encontraría con Carlos. Por suerte esta vez ella era la que llegaba primero, entonces su compañero no tendría que reclamar. Se sentó a esperarlo en un pequeño parque que había al frente y comenzó a observar a la gente que pasaba. Quizás en aquellas personas que veía estaba la respuesta a su mama.

Carlos llego pidiendo disculpas esta vez, él pensaba que ella no llegaría, que por eso era su tardanza. Esas fueron las excusas mejores que encontró. A esas alturas Agustina ya no decía nada, lo único que ocupaba su pensamiento   era la pregunta que su madre había formulado.

Comenzaron ambos a trabajar en su tesis, esta se basaba en la existencia del ser humano, en el ser antes de existir o si la formula era existir para ser. Así trascurrió toda la tarde. Desde que conocía a Carlos, era como la segunda vez que tenían una tarde agradable. Ellos se conocieron de forma obligada. El día en que se repartieron los temas de las tesis, Agustina llego tarde y Carlos se confundió de sala, buscando y buscando se paso el tiempo y cuando llego, ya no había compañeras para elegir y el tema ya estaba elegido. Entonces la comunicación entre ellos solo se remitía a la tesis, se hablaban solo los días que se tenían que juntar por el proyecto, pero el resto del tiempo ninguno de los dos se daban señales. Esa tarde fue diferente, ambos lograron compartir algo de sus vidas, tratando de aportar con ello, datos para la tesis. Carlos le comento que ya tenia una hija con su novia de hace ocho años, la pequeña llamada lucia tenia tres años y era el motivo por el cual el trabajaba con tanto entusiasmo en la tesis, Agustina escuchaba con mucha atención cada anécdota que Carlos le contaba de la pequeña, también le extrañaba que a pesar de los problemas que había tenido el y su pareja al comienzo de la relación, aun se mantuvieran juntos y sin ser mayor motivo la niña. Lo que mas le asombraba es que Carlos se mantuviera allí siendo hombre. Miro a su compañero de tesis y sin poder evitarlo pensó que él ya era una especie extinta de su raza. Para Agustina los hombres eran eso: una raza que le faltaba civilización y que las mujeres mal acostumbraban a seguir siendo arcaicos.
Agustina se encontró extraña esa tarde, llegando a su casa ceno con su madre, sin pronunciar palabra, recibió su beso de buena noche y se dispuso a dormir.
Durante el transcurso de la noche soñó que se encontraba en una pradera toda florida, con un sol radiante y en ella se encontraba una pequeña niña quien la invitaba a mecerse en una silla de descanso, que fuera totalmente libre porque todo ese campo era para ambas, rieron, jugaron y el sol calidamente las acompaño.
El despertador la saco del sueño, Agustina se levanto con una sensación diferente, no se explicaba a que se debía, pero ya no sentía esas molestias cada que tenia cada día al abrir los ojos, ahora  necesitaba buscar la respuesta satisfactoria a esa pregunta que aun rondaba en su cabeza, pero que ya no era una molestia, ahora se transformaba en un desafío. Carlos volvió a llamarla, para acordar una nueva junta para la revison de su tesis. Quedaron en verse a las seis frente al mismo café.

Agustina se fue caminando al lugar acordado, allí ya estaba su compañero. Se saludaron de forma más afectuosa. Ella no sabía bien, pero se sentía agradecida de Carlos, de su paciencia. Pero sobretodo le agradecida el compromiso que el adoptaba con la vida que había optado tener. Realizaron los últimos detalles de la tesis y luego de unas horas se fueron a la universidad a buscar la aprobación del tutor. En el camino conversaron mucho de variados temas, Carlos le contó que desde pequeño solo vivió con su abuela, quien murió cuando el tenia quince años, entonces desde ese momento, tuvo que empezar a buscar como defenderse de las situaciones que la vida le pondría en el camino.  También le contó que cuando conoció a su novia el solo sentía la necesidad de “ser alguien” y que claramente tiempo después, Carlos comprendió que la vida, a uno le guste o no, te acomoda de tal manera, para que te encuentres en el punto exacto. Que sin uno saber tiene un plan para cada uno y por mas que se trate de escapar de el, este plan se cumple, encuentra la manera que sea para efectuarse. Agustina miraba atónita a Carlos en su relato, ¿era a caso necesario pasar por lo mas “terrible” en la vida, para poder apreciarla­?.

Llegaron a la universidad y después de una larga espera y de una conversación con el tutor que medio que eligieron, medio que les asignaron; aprobaron. Agustina era la mas incrédula a que esto sucediera, simplemente esa actitud se debía a su poca motivación. Sin embargo sentía, también que el hecho que aprobará solo se debía al esfuerzo y trabajo de Carlos, compañero que en principio para ella no significaba nada, hoy era el quien se estaba transformando en la aprobación de su tesis y el que le respondió todas esas preguntas que jamás se formulo, solo por miedo a no tener respuesta.

Esa tarde fueron al café donde se juntaron tantas veces, siguieron conversando de la vida. Camino a casa, Agustina descubrió que era lo que le faltaba a su vida para inspirar su motivación. Era simple y complejo a la vez, descubrió que solo se trataba de apreciarse a ella misma. Tenia que aprender, partir de cero, conocerse, dejar de odiarse, dejar de pensar que necesitaba alguien para ser feliz, que la felicidad primero parte en uno. Agustina gracias a su tesis comprendió que no importa cuantas veces se encuentre sintiendo esa soledad, esa que solo la hacia dormir. Lo realmente importante es que ella poseía todas las armas para vencerla, o más que vencerla. Para sentirse acompañada.  Durante la noche volvió a hablar con Carlos y de una manera muy sorpresiva para el, Agustina comenzó a agradecerle:

- Carlos te llamo por algo súper puntual, entiendo que estés con tu familia celebrando la aprobación de la tesis, pero no podía dejar de agradecerte el que me hayas abierto los ojos de par en par. Hoy se cual es la clave.

Carlos escucho atentamente y solo dijo

-       Gracias a ti Agustina por hacerme el camino tan difícil, hoy el triunfo es mas dulce.

Ambos se rieron y cada uno siguió a su modo. Esa noche Agustina reestructuro su habitación, cambio todo de posición para dejar que el sol cada mañana entrara libre por donde quisiera. Luego fue donde su mama y le comento que ya tenia la respuesta a su pregunta. La madre asombrada la escucho y entonces Agustina comenzó

Hasta hoy no sabia que tenia todo en mis manos, para ser y sentirme completamente afortunada. Si bien no he compartido mi vida con alguien aun, se que no necesito estar comprometida para sentirme realizada. Hoy aprobé mi tesis, para luego poder presentarla. Mi compañero Carlos ha pasado por cosas que yo jamás he pasado, pero aun así mantiene su fe en el y en lo que hace. Entonces me pregunte ¿Qué me falta en mi vida? Y lo descubrí mama, me faltaba creer en mi, porque todo lo demás ya lo tengo. Se que la única que va a estar siempre conmigo serré yo y eso no quiere decir que no valore a los que me acompañan, pero en un momento partirán y yo tendré que consolarme, yo tendré que reírme de mis chistes fomes, yo tendré que aplaudir mis triunfos y salir de mis fracasos. Si yo no me siento afortunada y dichosa conmigo, entonces claramente vivir por vivir toma sentido. Hoy tengo un motivo por el cual respirar y simplemente porque la que existe soy yo.” La madre de Agustina no pudo evitar emocionarse al escucharla hablar de la manera que lo hizo. Se abrazaron fuerte y esa noche durmieron juntas como cuando Agustina era pequeña.

Al día siguiente Agustina se levanto con una energía que solo tenia cuando era niña, pero con la mente tan clara como el latir de su corazón. Salio rumbo al café de siempre y en ella todo era nuevo. Saber que para realizarse tenia que tenerse a ella primero, que era resultado de un proceso maravilloso que su madre tuvo el valor de vivir sola -porque Agustina jamás conoció a su padre- y que tal vez en un día no muy lejano ella tendría la dicha de vivir, porque poseía las cualidades suficientes la hacían feliz. Agustina, sabia que desde ese día en que Carlos le mostró que la vida premia de la manera que menos se espera a cada persona. Desde ese día ella sabia que tenía razones suficientes y poderosas para seguir, intentarlo y motivarse, una de ellas era: Se tenía a ella misma. Y tener eso claro hacia todo lo que venia mucho mas fácil.

domingo, 4 de marzo de 2012

Sus manos y las mías ..

De pronto comencé a sentir su sudor emanar de sus brazos, mezclarse con mis manos y quedarse en mi... desde donde siempre quise tenerlo,en donde siempre quise que estuviera. 
sus manos comenzaron a recorrer las mías y entonces las tomo fuerte entre las suyas, las acaricio por un momento... mientras afuera el mundo seguía su curso, mi corazón palpitaba mas fuerte y claro... el de el comenzaba a tener vida de apoco. su cara de asombro era evidente. 
Sonrió para romper el ambiente, pero eso solo logro que el ambiente se tornara mas cálido y perfecto para seguir encontrándonos entre cada caricia y cada mirada. sello el momento con innumerables besos, mientras su sabor se quedaba en mi boca y cada respiro se quedaba junto a mi alma. la que esperaba este momento se multiplicara por muchos mas, que la vida premiara a estos dos rebeldes y porfiados corazones, que no se sabe como decidieron confiar en que si se podía intentarlo, con sola una razón clara : Cuando la sangre corre como fuego por el cuerpo, entonces hay que intentarlo las veces que sean necesarias, las veces que se quiera. 
Todos los besos comenzaron a finalizar, y entonces el puso el punto final del día; abrió sus ojos, la miro como solo el sabia hacerlo, luego sonrió y dijo " Te quiero mucho" entonces ella una vez mas sonrió y sello ese te quiero con otro beso, luego repitió esa frase que tiene mucho mas poder cuando viene de el, porque es el quien le da sentido " Yo también te quiero, mucho... nos vemos mañana" y entonces se marcho. para que mañana la historia se vuelva a escribir y esos latidos vuelvan a aumentar ... Se marcho con su aroma en la piel, su sabor en los labios . Y los te quiero en el corazón, imposibles de mover, pasara lo que pasara.